martes, 5 de febrero de 2013

CROQUETA

CROQUETA:
Le veíamos ahí sentado, encapuchado con una sudadera negra y un dibujo extraño en la parte de delante. Tenía unos pantalones muy anchos que enseñaban la mitad de los calzoncillos, debido a las tallas que le sobraban. Miraba con un aire de superioridad, que le daba un aspecto peor del que aparentaba. Yo sin decir nada, me senté con él y pronto entablamos una conversación. Al parecer su mujer le había dejado, ya que le habían desahuciado. Sus dos hijos se fueron con ella. Llevaba dos meses en la calle, y tuvo la fortuna de encontrar en una basura la sudadera que tenía puesta.

Lo que más me impresionó fue la extraordinaria amenidad con que me contaba todo. No mostraba ningún sufrimiento en su rostro. Todo lo contrario, parecía tener controlada la situación. Cuando le conté a mi amigo su historia, no daba crédito de lo que oía.

Habíamos tenido esta discusión varias veces. Él defendía que estamos determinados por la sociedad, que actuamos acorde a lo que vemos. Lo peor de todo es que era verdad. Pero siempre le decía lo mismo: "Sólo porque así sea, no significa que así debe ser". Reconozco que soy incapaz de comprender que nuestros actos dependan de los de los demás. Que por ir con una sudadera negra encapuchado, ya soy un gamberro. Si en cambio llevo camisa, soy un pijo. Por no hablar de la forma de peinarse. Al parecer. una persona puede ser definida sólo por su peinado. ¿Por qué? Porque vamos con la masa, no nos diferenciamos, no tenemos personalidad. Abunda el miedo al ¿qué pensarán? y ¿qué dirán? y no nos atrevemos a hacer las cosas, sólo por quedar bien. Tener personalidad, desgraciadamente no es muy común.

 Una chorrada como puede ser el título de esta entrada, te la imaginarías con un nombre filosófico y relacionado al tema como "La personalidad está pasada de moda" o "Diferénciate". Sin embargo,   he puesto este absurdo nombre con el objeto de defender la ausencia de prejuicios en ningún tema, aceptando las seguras críticas que reciba e ignoraré con tanto entusiasmo.


Jacobo V.

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