domingo, 17 de febrero de 2013

Una experiencia única

Una experiencia única:
De los viajes que he hecho, el que más me gustó fue a Inglaterra. Tenía 11 años y mis padres me mandaron para que aprenderá ingles, cosa que ahora les agradezco.

Cuando me dijeron que iba a pasar allí el último trimestre escolar pensé que era de broma, una amenaza, o lo típico que se les pasa por la cabeza de repente. No me lo creí hasta que me vi metido en el avión. Intenté ver el lado positivo: son solo 90 días, pasaré desapercibido, el tiempo pasa rápido...

Al llegar al colegio y ver a toda aquella gente, tanto profesores como alumnos, mirándome y hablándome en aquel idioma del que solo sabía" Hello, I´m Jaime" entré en una especie de parada mental, ¿qué iba a hacer yo allí?

La despedida, sin mas. Beso a mis padres y... me quedé solo. El primer día conocí a algunos niños, me dieron mi nuevo uniforme, mi cama... Fue la segunda noche cuando me dí cuenta que aquello era real, que estaba en medio de la campiña inglesa en el condado de Sommerset en el pueblo Crewekerne del cual nunca había oído hablar a nadie.

9 de julio, sentía una pena increíble, ¡ya había pasado todo! Pero... si llevo dos días- pensé. Ver a mis padres fue la única alegría. Los meses que había estado allí fueron increíbles, tenía un montón de amigos y no me quería marchar. Me había acostumbrado a todo aquello. Incluso aprendí algo más que decir "Hello I´m Jaime". Qué experiencia tan genial.
Tuve la suerte de volver durante cuatro años más y aquellos desconocidos se convirtieron en mis más queridos conocidos. Menos mal que mis padres tomaron esa decisión por mi. El inglés que sé ahora, se lo debo a ellos.





























Jaime M


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