La Ryder Cup es un torneo de golf por equipos de tres días que
se celebra cada dos años y enfrenta a Europa contra Estados Unidos.
Hasta el momento, ha sido el único torneo capaz de unir a
todos los europeos, haciendo de ellos lo más parecido a “un país unido”.
Ver abrazándose a un alemán (Martin Kaymer) con un español
(Sergio Garcia), con un norirlandés (Rory Mcilroy) y con un belga (Nicolas
Colsaerts) es algo indescriptible e histórico.
Ver a un continente entero volcándose por completo por conseguir
la victoria, que no ha perdido la esperanza, a pesar de ir perdiendo el último día
8 a 4; no ocurre todos los días.
Ver como un equipo unido consigue hacer la mayor remontada
de la historia del torneo con un único fin: recordar al recién fallecido
Severiano Ballesteros.
Ver como, a pesar de estar en el campo rival, lo único que
se oye es el grito de: “¡GO EUROPE!”.
Esto, señoras y señores, es el golf.
Pueden decir que es de viejos. Puede decir que no tiene
ninguna emoción. Incluso pueden llegar a decir que no es un verdadero deporte.
Pero estarán totalmente equivocados.
Porque si no has sentido la presión al ver a Martin Kaymer
ponerse a la bola con un putt de tres metros para ganar la Ryder Cup, y la
mayor felicidad al verle meterlo, no habrás experimentado el placer de vivir.
“This one
is for you, Seve” (José María Olazábal, Capitán del equipo europeo).
Pablo R.
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